Sunday, August 21, 2005

Animalidad mas Irracionalidad igual a Hombre

Si Dios no existe, si todo termina al morir...; ¿por qué la mente me trae sentimientos de eternidad?. Me es imposible imaginar que todo termina al morir. Me interrogo de esta manera: "¿Está tal vez demostrado que todo se extingue con la muerte?." Mi razón se niega, de modo determinante, a creer que todo sucumbe en un viejo y triste cementerio rodeado de silentes y respetuoso cipreses. Debemos intentar tener una mentalidad abierta hacia la verdad sea ésta cual sea y buscarla esté donde esté, teniendo en cuenta que "La única verdad es la realidad", como dice Aristóteles. Esta búsqueda es la que refleja Cicerón cuando se le oye decir mientras agoniza en su lecho de muerte: "Dios, si es que existes salva mi alma, si es que la tengo", o tan lógica a mi entender como cuando uno de los protagonistas de la obra de Dostoievski, Los hermanos Karamasov, meditando a solas en su cuarto, pensó de esta manera: "Si Dios no existe, tampoco la moral. Entonces todo se hace lícito, incluso el crimen." Estoy seguro de que si utilizácemos la capacidad que es propia únicamente del hommo sapiens, el razonamiento, llegaríamos a la plena convicción de que "Animalidad más racionalidad es igual a hombre", y de que "La moralidad es la base de la expresión humana", como afirma el maestro de Yoga Shri Anandamurti. No debemos de tener ningún miedo de los avances en el saber, si a la par que por la tecnología nos dejamos guiar también y al mismo tiempo por la siempre imprescindible moral.

Libro del desasosiego (Fragmento I)

Por Álvaro de Campos.

Nubes... Hoy tengo conciencia del cielo, pues hace días que no lo miro pero lo siento, viviendo en la ciudad y no en la naturaleza que la incluye. Nubes... Son ellas hoy la principal realidad, y me preocupan como si el velarse del cielo fuese uno de los grandes peligros de mi destino. Nubes... Pasan desde la barra hacia el Castillo, de Occidente a Oriente, en un tumulto disperso y desnudo, blanco a veces, se ven desarrapadas en la vanguardia de no sé qué; medio-negro otras, si, más lentas, tardan en ser barridas por el viento audible; negras de un blanco sucio, si, como si quisiesen quedarse, ennegrecen más de la venida que de la sombra lo que las calles abren de falso espacio entre las líneas cerradas de las casas.
Nubes... Existo sin saberlo y moriré‚ sin quererlo. Soy el intervalo entre lo que soy y lo que no soy, entre el sueño y lo que la vida ha hecho de mí, la medida abstracta y carnal entre cosas que no son nada, siendo yo también nada. Nubes... ¡Qué desasosiego si siento, qué desconsuelo si pienso, qué inutilidad si quiero! Nubes... Están pasando siempre, unas muy grandes, pareciendo, porque las casas no dejan ver si son menos grandes de lo que parecen, que van a ocupar todo el cielo; otras de tamaño incierto, que pueden ser dos juntas o una que va a partirse en dos, sin sentido en el aire alto contra el cielo cansado; otras aún, pequeñas, que parecen juguetes de poderosas cosas, bolas irregulares de un juego absurdo, sólo hacia un lado, en un gran aislamiento, frías.
Nubes... Me interrogo y me desconozco. Nada he hecho de útil ni haré de justificable. He gastado la parte de la vida que no perdí en interceptar confusamente cosa ninguna, haciendo versos en prosa a las sensaciones intransmisibles con que hago mío el universo desconocido. Estoy harto de mí, objetiva y subjetivamente. Estoy harto de todo, y del todo de todo. Nubes... Son todo, desarreglos de lo alto, cosas hoy sólo ellas reales entre la tierra nula y el cielo que no existe; harapos indescriptibles del tedio que les supongo; niebla condensada en amenazas de color ausente; algodones en rama sucios de un hospital sin paredes. Nubes... Son como yo, un pasar desfigurado entre el cielo y la tierra, al sabor de un impulso invisible, tronando o no tronando, alegrando blancas u obscureciendo negras, ficciones del intervalo y del error, lejos del ruido de la tierra y sin tener el silencio del cielo. Nubes... Siguen pasando, siguen siempre pasando, pasarán siempre siguiendo, en un enrollamiento discontinuo de madejas empañadas, en un alargamiento difuso de falso cielo deshecho.

Friday, August 19, 2005

dedicado a todos aquellos que amaron, aman y amaran.

Aquello que llamamos "amor" va y viene. Eso pensé. Eso es algo más que pasajero. Nunca sabemos, cuando lo que llamamos "amor" puede aparecer en nuestras vidas. Podemos tener 7 años o 65 años y de un día para otro nos enamoramos. Nuestro corazón se abre y exige ciertas cosas que antes nunca habíamos conocido. Lloramos, reimos, nos sentimos extraños y hasta pretendemos tener la fuerza suficiente como para cambiar el mundo. Siento que me estoy enamorando. Soy un ser humano enamorado. Lo digo así por que hasta el día hoy pensé que NUNCA llegaría a sentir ciertas cosas. Exagerado?, no se hasta que punto. Tengo apenas 20 años, soy joven... es verdad; pero he vivido cosas que muchas personas no van a vivir hasta dentro de 10 años. Madurar? eso trato dia tras dia, pero nunca imagine que seria tan difícil y hasta mucha veces "imposible". Amar? eso quiero hacer por el resto de mis días. Amarte sin pensar, solo quiero sentirte. Si, si, si! todas estas palabras van dedicadas a ti, mi mayor inspiración en esta tierra. Nadie me dijo que esto "dolía" tanto, nadie me dijo que esto se sentía así. Estoy orgulloso. Estoy extraño a mi mismo. Nadie me dijo como se hacia para seguir en ti. Así es la vida ahora. Sueño contigo, escribo tu nombre en todos los lados, pienso en como estarás. Te has convertido en parte de todo lo que considero "bueno" y "malo". Eres "todo", y admiro como crece en mi este sentimiento. No tengo problemas en esperarte millones de años... tan solo quisiera tener la certeza que si te espero miles de años, al final estarás conmigo hasta mi muerte. Me da miedo pensar que puedo pasar mi vida sin ti. Me da miedo pensar que te puedes enamorar de otra persona que no sea yo. No es fácil esto, de amarte a lo "cerca" pero a la vez "lejos". Desde el momento en que tomaste tu decisión, yo la respeté. Y a pesar de todo sigo aquí; por que por ti podría dar mi vida 10000 mil veces más. Solo por ti. La vida seguirá. Sin razones, tan solo por "obligaciones" que cumplir. No inspiración. No anhelos. Crecerás, madurarás y amarás, tal vez no me ames a mi; pero yo estaré aqui siempre. Este corazón nació contigo y aquí se quedará este sentimiento... muy adentro mío. En simple palabras, te quiero.

Wednesday, August 17, 2005

A mis amigos de Europa.

Me cuesta admitir que haya mentes, corazones, almas, manos, seres en definitiva capaces de seguir viviendo bajo el mismo cielo, respirando el mismo aire que ellos han impregnado de dolor, desesperación y muerte. Seres que no sientan el peso de todos los heridos, mutilados, muertos y familias destrozadas sobre sus conciencias ni de maldecir el dia que vinieron a este mundo, con la misión de causar tanto dolor. Que sean capaces de llevar a sus hijos al colegio, de despedir a sus mujeres y a sus madres antes de ir a cometer una masacre... que esas manos asesinas que ponen en marcha los mecanismos de destrucción sean las mismas que aman a sus parejas y las mismas que comparten el pan en la mesa... Definitivamente, pienso que una parte del mundo se ha vuelto más loca que la otra parte, ya de por sí enajenada desde muchos año atrás. Es necesario estarlo para cometer esos actos de barbarie. Pero hay que estarlo mucho más aún para llegar a la conclusión de que exista una sola idea que pueda justificarlos. Es lógico pensar que no olvido aquí que el terrorismo incluso proviene, como refleja la historia, de los propios gobiernos. No creo necesario tener que recordar algunos de estos casos que como mínimo causan a los ciudadanos dignos repugnancia y vergüenza.El día que seamos capaces de contestarnos a la pregunta de ¿por qué a todo esto?, ese día sentiremos que la sociedad sería mucho mejor si en lugar de estar habitada por los llamados "animales racionales", lo estubiese por seres humanos.Sí, esto resulta más allá del entendimiento cuerdo, a no ser que se observe desde la óptica psicopatológica. Es así, entonces, que llegamos a la única disciplina para la correcta comprensión de estas muertes indiscriminadas y en masa. Entonces es cuando se hace la luz para este fenómeno, puesto que ya vemos que detrás de estos actos se hallan individuos con perfiles de personalidades fanáticas y psicópatas, y por tanto, como queda claramente demostrado, altamente peligrosas e incapacitadas para la vida en libertad.

Libro del desasosiego (Fragmento IV).

Por Álvaro de Campos.

No creo en voz alta en la felicidad de los animales, sino cuando me apetece hablar de ella como marco de un sentimiento que es la suposición derivada. Para ser feliz es necesario saber que se es feliz. No hay felicidad en dormir sin sueños, sino solamente en despertarse sabiendo que se ha dormido sin sueños.
La felicidad está fuera de la felicidad.
No hay felicidad sino con conocimiento. Pero el conocimiento de la felicidad es infeliz; porque saberse feliz es conocerse pasando por la felicidad, y teniendo, en seguida, que dejarla atrás. Saber es matar, en la felicidad como en todo. No saber, sin embargo, es no existir.
Sólo el absoluto de Hegel ha conseguido, en las páginas, ser dos cosas al mismo tiempo. El no-ser y el ser no se funden y confunden en las sensaciones y razones de la vida: se excluyen, mediante una síntesis al revés.
Qué hacer? Aislar el momento como una cosa y ser feliz ahora, en el momento en que se siente la felicidad, sin pensar más que en lo que se siente, excluyendo lo demás, excluyéndolo todo. Enjaular al pensamiento en la sensación, (...) la clara sonrisa maternal de la tierra plena, el esplendor cerrado de las tinieblas altas, (...)
Es ésta mi creencia, esta tarde. Mañana por la mañana no será ésta, porque mañana por la mañana seré ya otro. ¿Qué creyente seré mañana? No lo sé, porque sería preciso estar allí para saberlo. Ni el Dios eterno en el que hoy creo la sabrá mañana ni hoy, porque hoy soy yo y mañana quizás ya no haya existido él nunca.

Libro del desasosiego (Fragmento III).

Por Álvaro de Campos.

En las vagas sombras de luz por terminar antes que la tarde En las vagas sombras de luz por terminar antes que la tarde sea pronto noche, disfruto de errar sin pensar entre lo que la ciudad se vuelve, y ando como si nada tuviese remedio. Me agrada, más a la imaginación que a los sentidos, la tristeza dispersa que está conmigo. Vago, y hojeo en mí, sin leerlo, un libro intersperso de imágenes rápidas, del que voy formándome indolentemente una idea que nunca se completa.
Hay quien lee con la misma rapidez con que mira, y concluye sin haberlo visto todo. Así saco del libro que se me hojea en el alma una historia vaga por contar, memorias de otro yo vagabundo, con avenidas de parques en medio, y figuras de seda varias, pasando, pasando.
Indiscrimino con tedio y otro. Sigo, simultáneamente, por la calle, por la tarde y por la lectura soñada, y los caminos son verdaderamente recorridos. Emigro y descanso, como si estuviese a bordo con el navío ya en altamar.
Súbitamente, los faroles muertos coinciden luces en las prolongaciones dobles de una calle larga y curva. Como un batacazo, mi tristeza aumenta. Es que se ha terminado el libro. Hay tan sólo, en la viscosidad aérea de la calle abstracta, un hilo exterior de sentimiento, como la baba del Destino idiota, goteando en la conciencia del alma.
Otra vida de la ciudad que anochece. Otra alma la de quien mira a la noche. Sigo inseguro y alegórico, irrealmente sintiente.
Soy como una historia que alguien hubiese contado y, de tan bien contada, anduviese carnal, pero no mucho, en este mundo novela, en el principio de un capítulo: "En este momento, se podía ver a un hombre avanzar lentamente por la calle de..."
Qué tengo yo que ver con la vida?

Libro del desasosiego (Fragmento II).

Por Álvaro de Campos.

Una de mis preocupaciones constantes es el comprender cómo es que otra gente existe, cómo es que hay almas que no sean la mía, conciencias extrañas a mi conciencia, que, por ser conciencia, me parece ser la única. Comprendo bien que el hombre que está delante de mí, y me habla con palabras iguales a las mías, y me ha hecho gestos que son como los que yo hago o podría hacer, sea de algún modo mi semejante. Lo mismo, sin embargo, me sucede con los grabados que sueño de las ilustraciones, con los personajes que veo de las novelas, con los personajes dramáticos que en el escenario pasan a través de los actores que los representan.
Nadie, supongo, admite verdaderamente la existencia real de otra persona. Puede conceder que esa persona está viva, que siente y piense como él; pero habrá siempre un elemento anónimo de diferencia, una desventaja materializada. Hay figuras de tiempos idos, imágenes espíritus en libros, que son para nosotros realidades mayores que esas indiferencias encarnadas que hablan con nosotros por encima de los mostradores, o nos miran por casualidad en los tranvías, o nos rozan, transeúntes, en el acaso muerto de las calles. Los demás no son para nosotros más que paisaje y, casi siempre, paisaje invisible de calle conocida.
Tengo por más mías, con mayor parentesco e intimidad, ciertas figuras que están escritas en los libros, ciertas imágenes que he conocido en estampas, que muchas personas, a las que llaman reales, que son de esa inutilidad metafísica llamada carne y hueso. Y "carne y hueso", en efecto, las describe bien: parecen cosas recortadas puestas en el exterior marmóreo de una carnicería, muertes que sangran como vidas, piernas y chuletas del Destino.
No me avergüenzo de sentir así porque ya he visto que todos sienten así. Lo que parece haber de desprecio entre hombre y hombre, de indiferente que permite que se mate gente sin que se sienta que se mata, como entre los asesinos, o sin que se piense que se está matando, como entre los soldados, es que nadie presta la debida atención al hecho, parece que abstruso, de que los demás también son almas.
Ciertos días, a ciertas horas, traídas mí por no sé qué brisa, abiertas a mí por el abrirse de no sé qué puerta, siento de repente que el tendero de la esquina es un ente espiritual, que el hortera, que en este momento se inclina a la puerta sobre el saco de patatas, es, verdaderamente, un alma capaz de sufrir.
Cuando ayer me dijeron que el dependiente de la tabaquería se había suicidado, sentí una impresión de mentira. ¡Pobrecillo, también existía! Lo habíamos olvidado, todos nosotros, todos nosotros que le conocíamos del mismo modo que todos los que no le conocieron. Mañana le olvidaremos mejor. Pero que tenía alma, la tenía, para que se matase ¿Amores? ¿Angustias? Sin duda... Pero a mí, como a la humanidad entera, me queda sólo el recuerdo de una sonrisa tonta por encima de una chaqueta de mezclilla, sucia, y desigual en los hombros. Es cuanto me queda, a mí, de quien tanto sintió que se mató de sentir porque, en fin, de otra cosa no debe de matarse nadie... Pensé una vez, al comprarle cigarrillos, que se quedaría calvo pronto. Al final, no ha tenido tiempo de quedarse calvo. Es uno de los recuerdos que me quedan de él. ¿Qué otro me había de quedar si éste, después de todo, no es suyo, sino de un pensamiento mío? Tengo súbitamente la visión del cadáver, del ataúd en que le han metido, de la tumba, enteramente ajena, a la que tenían que haberle llevado. Y veo, de repente, que el dependiente de la tabaquería era, de cierta manera, chaqueta torcida y todo, la. humanidad entera.
Ha sido tan sólo un momento. Hoy, ahora, claramente, como hombre que soy, él ha muerto. Nada más.
Sí, los demás no existen... Es para mí para quien este ocaso remansa, pesadamente alado, sus colores neblinosos y duros. Para mí, bajo el ocaso, tiembla, sin que yo le vea correr, el río grande. Ha sido hecha para mí esta plaza abierta sobre el río cuya marea se acerca. ¿Ha sido enterrado hoy en la fosa común el dependiente de la tabaquería? No es para él el ocaso de hoy. Pero, de pensarlo, y sin que yo quiera, también ha dejado de ser para mí...

Quien pasa a tu lado, ten mucho cuidado.

Un auto pasa... seguro que dobla a la izquierda. Es obvio que doblará hacia la izquierda, porque para el otro lado es contramano, como no me di cuenta. Bueno, seguro que ese que va caminando mira la chica que va por la calle de enfrente. No la miró, seguro que es gay, maldito amanerado, sigue caminando en dirección hacia mi. Seguro que pasará a mi lado. Me miró, se percató de que yo también lo observo. Sigue mirando. Que mira? Lo odio. Que quiere? Quizás no se de cuenta que me molesta que estorba mi paz interna o sabe lo que hace y disfruta saber que detesto el sonido que emite su aburrido caminar. Maldito, me está sonriendo? Quizás solo se acordó de algo gracioso o quizás sea una sonrisa burlesca... lo odio, ojalá se abra un agujero en la tierra y se lo trague. O mejor no, que no se lo trague, que se abra la tierra y cuando vaya cayendo que se cierre y lo aplaste.
Estoy seguro de que pasa a mi lado. Cuanto odio que tenga un buen dia impregnado en su rostro, que se levante todos los días con el pie derecho y que acceda a darle el asiento de colectivo a cualquier anciana que suba. Y si no me quiero sentar? Bueno, ya que insistes tanto te voy a sonreír y te voy a decir gracias para que puedas sentirte bien con tu estúpido acto egoísta.
Ahora mira hacia el suelo, esta viendo sus pies. Sigue mirando por donde caminas, torpe. Tu vida tan llena de seguridad está a punto de venirse abajo, así que mira bien el suelo porque luego tendrás que arrastrarte por el. Ahí vienes, espero que estés listo para lo que se te viene, pasarás a mi lado, estoy seguro de eso. Que clase de persona quisiera pasar a mi lado? Acaso no se da cuenta que lo detesto que cada dia que pasa lo aborrezco mas y mas? Como disfrutaría poder golpearlo, sentir el crujir de su estructura ósea contra cualquier material macizo. Oír su llanto, saborear el sufrimiento y escupir sobre sus suplicas. Que no daría porque este mundo se acabe para el? Que se acabe lentamente, que su madre vea sufrir a su hijo, que la desesperación se apodere de el mientras este es consumido por la llamas del mismísimo infierno.
Ya está, estoy completamente seguro de que va a pasar a mi lado, ningún suceso en el universo cambiará su destino. Solo yo puedo detenerlo, cree que pasará como si nada, arruinaré su mundo como el arruinó el mío. Levantó la vista, pero no me mira a mi, mira mas allá, a lo que esta a mis espaldas. Es mas que seguro que pasará a mi lado, pero no pasara sin recibir un escarmiento. ‘’Disculpe, me puede decir la hora?’’. Mira su reloj sin dejar de caminar, desaceleró su marcha! Lo logré, alteré su vida para siempre, ahora estará unos pasos atrasados, se perderá de muchísimas cosas por haber pasado a mi lado, por haber aminorado su marcha. Ahora me río, quien jodió a quien? Sufre! Sufre!
‘’Son las siete y cuarto’’ contestó. Y siguió caminando a su destino alterado y desconocido.

Y todos fueron campeones.

Quien nunca tuvo sufrió una tragedia en su vida que levante las manos!
Aquel que siempre nunca tuvo que infligir una ley y estuvo orgulloso de todo lo que hizo, que aplauda fuerte y sin cesar!
El que nunca tuvo que preocuparse por nada, porque todo a su alrededor fue seguro y sin complicaciones, que baile hasta no dar mas!
Quienes nunca maltrataron a nadie, ni tuvieron que tomar la conciente decisión levantarse ante nadie, que cante una canción de regocijo!
Todo aquel que levanto las manos, que aplaudió, bailó o cantó, por favor, lo invito a terminar con su aburrida vida. Qué clase de persona puede soportar una vida sin aflicciones, arrepentimientos, tragedias y llantos? Y las complicaciones!! Por Dios, no olvidemos las complicaciones de la vida, que hacen que hagamos lo que hacemos, que hacen que sintamos necesidades, que cometamos accidentes, que cometamos errores, que lamentemos, que nos arrepintamos y que lloremos.
Pero hay que ser moderado, porque todo, hasta los manjares mas exquisitos, en exceso, repugnan. A veces cuando se cava un pozo muy profundo, la única salida es seguir cavando.
Quien nunca deseó la muerte a alguien? Quien se dejo maltratar por miedo a defenderse? Ya lo dijo Ghandi ‘’la no-violencia no debe ser usada como una excusa para los cobardes, porque la no-violencia es un área de los mas valientes’’. Por temor al sufrimiento dejamos que otros se regocijen de nuestra humillación, pero hay que maltratarlos a ellos también. No, no quiero hacer un llamado a la violencia, el golpe debe ser moral. Un golpe tan calculado que sea hasta positivo para la victima. Un golpe que le enseñe a respetar las diferencias, o mejor dicho, una lección. Quien haya peleado en cien batallas y haya conseguido sien victorias no se le puede considerar una persona valiente y mucho menos inteligente que aquel que tuvo una sola victoria, pero nunca tuvo la necesidad de entrar en combate.
Hay que agradecer cuando algo malo nos sucede, sufrirlo al máximo, esperar lo peor. Sólo así se podrá estar listo para pensarlo y superarlo, porque una vez terminado el sufrimiento el ser aprende y nunca mas cae en el mismo agujero.

Sunday, August 07, 2005

desmemoriado y con suerte

Tanto tiempo, mucho en verdad. Luego de trámites y vueltas, logré recuperar lo que alguna vez hice (no hubiera perdido mucho, creo).
En todo este tiempo, han sucedido muchas cosas. El mundo sucumbió por culpa de personas que piensan comercial y economicamente, creo que eso es noticia vieja, miles de mentes brillantes murireron, muchas otras personas n mennos importantes tomaron la tragica decicion de terminar con su vida, muchas mas tomaron la conciente decision de terminar con la vida de otro (o debo decir otros).
Bueno, al final todo se consuela con saber con seguimos acá, no importa como, seguimos acá viviendo a cuesta de otros, viendo como trepan unos sobre otros tratando de alcanzar... alcanzar que? no se dan cuenta que mientras mas trepan mas se hunden en el lodo inmundo?
No he leido ultimente la bilis vomitada que llaman periodico, estaré mas o menos cierto si intento adivinar como vamos en el mundo? a ver, hagamos la prueba...
El nuevo papa reconocio estar a favor del partido nacionalista-socialista y dio un discurso demostrando su repudio a las razas inpuras.
George W. Bush hizo un llamado a la paz y confesó haber visitado a Saddam Hussain en su celda para darle un beso. Hussein, agradecido.
Censuraron todas las novelas por contener mensajes subliminales que obligaba a la amas de casa y demas personas que lo veian a aburrirme en la hora de tomar algo con esas conversaciones y dramas donde todo es demasiado perfecto para el humilde.
Murió de un ataque cardiaco el esritor de Cien años de soledad, tras recibir la noticia de que su invitacion al ultimo congreso de la Real Academia Española habia sido digerida por su perro.

Que lindo mundo que vivimos!!!!