Saturday, September 04, 2010

En alguna carta (Para nadie).

No entiendo por que has de desaparecer asi como si nada, estuve esperando tu señal, me has dado ha pensar tantas cosas. Tal vez tengas muchas maneras de justificarte pero al paso del tiempo me pregunto de qué valdría, al menos creo que me merezco tu sinceridad, y espero no haberme equivocado en confiar en vos. No esperé que hicieras lo mismo, pero creo que es razonable pensar que, con lo que pasó, quizás hubiera esperado volverme a comunicar con vos, o volverte a ver, ya que te fui sincero, como siempre lo fui.

Fue tal vez algo muy fantasioso haber encontrado alguien que tuviera los mismo gustos, que le gustara la literatura, jugar anagramas y Silvio Rodiriguez, no conozco alguien que tenga las mismas cualidades, y a pesar de todo me agrada la idea que en algún lugar del mundo haya alguien que le guste las mismas cosas que a mi. No me siento tan aisalado de este mundo...

Realmente no sé cual puede ser el objetivo de esta carta, pero creo que tengo la necesidad de decirte estas cosas, quizás se pierdan en el aire, pero sería bueno que sepas que a veces no hace falta realizar grandes atropellos para lastimar a alguien, y que una decepción nos cuesta a todos, un peso sobre la espalda, y volver a creer en lo no creíble. Asi se pierde la magia de este mundo tan cruel.

No quiero que me escribas si no quieres hacerlo, ni mucho menos que te justifiques, no soy quien. Tampoco tenía ganas de guardarme todo esto, luego se acumulan tantas cosas que comienzan a ser una gran carga y lamento, las pequeñas decepciones nos convierten vulnerables y las de mayor grado nos hacen mas fuerte. Y en el poema que no termine de escribirte en alguna carta anterior (que creo que nunca mandé) dice algo asi: Espero que tengas el suficiente dolor para sentirte humano.

Todo tiene una razon de ser. Gracias. Fue un agrado haberte conocido...

Monday, August 09, 2010

Lo que podría decir con solo mirarla

Tantas cosas hice mal. Y como si no bastara con ello, las cosas que hice bien, fueron malinterpretadas. Es asi como gente cercana a mi termina lastimada, porque no sé tratarlos. A veces creo tener una forma muy particular de ver las cosas. Creo que me doy cuenta de esas cosas que las personas no quieren mostrar. Encuentro mensajes que no quieren decir en el modo que tienen para ocultarlo. Pero por esto no me creo conocer a todas esas personas del todo.

Solo me creo lo que creo sentir en el momento. Aunque intento mantener ciertos principios y valores, suele suceder que soy tan cambiante que me contradigo y es ahí cuando los lastimo. Aunque no es mi intención, supongo que tampoco debería ser mi culpa. Pero pasa y me culpo y eso no se pasa. Mi conciencia debería estar tranquila ya que mis intenciones siempre fueron buenas, pero eso no me garantiza el cielo. Quizás sea porque es la culpa la que me me afecta y me lleva a comportarme de esa manera, esa sensación de que hice algo malo sin quererlo. Aún cuando intento estar al tanto de todo, pensar bien todo, no funciona.

No me siento en buenas condiciones de empezar algo ya que no puedo terminar nada de lo que hace tiempo empecé. Todas esas actividades cotidianas que solían ser mis proyectos se van condenando en la procrastinación y quizás nunca vean la luz del día. Necesito mas tiempo para hacer todas esas tareas que no voy a poder terminar. Ya no tengo seguridad en mi, no me quedan demasiadas certezas y me cuesta recordar o reconocer cuales son esas certezas.

Pero hoy me levanto de buen humor. Prendo la radio y me preparo un té para el desayuno. Quizás use algo de ropa de color y me afeite. Espero no verla y arruinarlo todo de nuevo.

Wednesday, July 21, 2010

Ataque de melancolía

Volviendo a la vieja confesión de impotencia que siempre fue para mi escribir. Vuelvo a sentir miseria y ganas de expresar frustraciones. Ya me rodean demasiados inconvenientes que intento asimilar y no dejo exteriorizarlos.

Me pongo el peso del mundo en los hombros y me armo con la coraza mas gruesa para salir de casa todos los días. Cuando me preguntan cómo me siento, yo contesto un "Bien, estoy bien, gracias" y trato de no entrar en detalles para no tener que pensar en todo lo que digo, para no demostrar que pienso todo el tiempo en lo que no debería pensar. Luego, cuando me quedo solo, siento que se me vencen las piernas y que caigo estrepitosamente de rodillas. Se me abre un pozo y caigo, siento miedo, porque sé que en cualquier momento llegaré al fondo y daré contra el suelo.

Me cuesta, es difícil seguir adelante, pensar en otra cosa. Podría agradecerle a mis amigos, mi trabajo y a mi familia que me mantienen lejos de soluciones fáciles, rápidas pero trágicas. Yo sé que no debiera ser para tanto, pero uno tiende a sentirse solo en estas cosas y cuesta contarselo a alguien, pero es por esto que vuelvo a escribir. Lo necesito.

Estoy cansado de sentir lástima por mi mismo, por toda la situación que me rodea, de la gente que viene y que va. Estoy hastiado de rodearme de personas que no harían nada por mi. Por eso ya no salgo, me quedo en casa , dibujando, escribiendo, haciendo lo que sea para canalizar todos esos pensamientos deprimentes que me arquean la espalda, me hinchan la panza y ponen arrugas de tristeza en mi rostro.

Aún mantengo costumbres que me ponen pensante, como escuchar música, leer poesía, ver películas o caminar por las noches. Es imposible evitar la melancolía en tales acciones. Es en estos momentos cuando pienso en superarme, en que debería salir y conocer a alguien mas, pero de nuevo me hastío. No logro relacionarme con nadie, me planteo metas que parecen infinitas, procrastino todo lo que sea sociabilizar. Es casi inoconciente, es un reflejo a quedarme solo, esperando a que algo suceda, a que por una extraña alineación de planetas, vos vuelvas.

Tuesday, April 22, 2008

A ver..


Me has dado un amor que ha devuelto la alegria a mi ser, por eso yo a ti te quise, por eso te quiero y por eso yo te querré. Te prometo, vida mia, que nunca te dejaré, ya que haces que siga viviendo, y siempre te amaré.

Por eso te escribo, aquí y ahora, como siempre, que me tienes loco, que estoy enamorado, que te quiero mucho y me es inexplicable, imposible decir con palabras un amor tan grande.

Si algun dia tu me dejas y te alejas mas de mi, ay!, vaciar toda mi alma no bastaría porque la llena el sufrir. Eres aire que respiro, eres mi sueño y mi dormir, ay, niña, lo eres todo, lo eres todo para mi. Son mis sentimientos los que plasmo aquí, me has enamorado. Y que Dios me maldiga y me reserve la peor tortura en el Infierno si te hago daño, si te hago sufrir, si yo a ti te engaño. Nada sería mas tortuoso que alejarte de mi.

Pero te prometo que nunca, mi amor, habrá otra persona que te ame mas que yo.

Saturday, September 01, 2007

Ya lo sabés...




Si, ya lo sabés, no es nada que no haya dicho ultimamente. Solo intento hacerlo mas obvio. Porque no me canso. No soy nadie en quien se deba confiar, quizás. Muchas veces dejé pasar oportunidades y eso no habla muy bien de mi. Sé que quizás no debo estar donde estoy ahora, que es muy probable que en algún momento el destino me diga "Basta, esto no te toca a vos" y que termine peor de lo que ya estaba antes, porque no habría forma de superar esto, creo que jamás me acostumbraría. Es esta la oportunidad que millones podrán perder, pero jamás nada será lo mismo si alguna vez te pierdo a ti.

Pero me gusta estar aquí, porque estoy donde nunca pensé que estaría. Las oportunidades vienen y van, y esta te está haciendo saber que no pienso irme, no pienso dejarte. Daré lo mejor de mí, sin dejar de ser quien siempre fuí, el que estuvo siempre de tu lado, el que está ahora escribiendo esto que lees y el que estará, hasta el fin de todas las vidas que nos toquen, a tu lado (aunque suene trillado, pero no hay forma mas clara de decirlo).



Thursday, April 12, 2007

E.E. Cummings


Llevo tu corazón conmigo.


Llevo tu corazón conmigo (lo llevo en mi corazón)
nunca estoy sin él (tú vas dondequiera que yo voy, amor mío); y todo lo que hago
por mí mismo lo haces tú también, amada mía.
No temo al destino (pues tú eres mi destino, mi amor)
no deseo ningún mundo (pues hermosa tú eres mi mundo, mi verdad)
y tú eres todo lo que una luna siempre ha sido y todo lo que un sol cantará siempre eres tú.
He aquí el más profundo secreto que nadie conoce (he aquí la raíz y el brote del brote y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece más alto de lo que un alma puede esperar o una mente puede ocultar) y éste es el prodigio que mantiene a las estrellas separadas.
Llevo tu corazón (lo llevo en mi corazón).

Saturday, September 16, 2006

Las manos.



En la sala de profesores estábamos comentando las rarezas de Céspedes, el nuevo colega, cuando alguien, desde la ventana nos avisó que ya venía por el jardín.
Nos callamos, con las cara atentas. Se abrió la puerta y por un instante la luz plateada de la tarde flameó sobre los hombros de Céspedes.
Saludó con una inclinación de la cabeza y fue a firmar. Entonces vimos que levantaba dos manos erizadas de espinas.
Trazó un garabato y salió rápidamente.
Días mas tarde se nos apareció en medio de la sala, sin darnos tiempo a interrumpir nuesta conversación. Se acercó al escritorio y al tomar el lapicero mostró las manos inflamadas por las ampollas del fuego.
Otro día -ya los profesores nos habíamos acostumbrado a vigilárselas- se las vimos mordidas. Firmó como pudo y se fue.
Céspedes era como el viento: si le hablábamos se nos iba con la voz.
Pasó una semana. Supimos que no había dado clases. Nadie sabía donde estaba. En su casa no había dormido.
En las primeras horas de la mañana del sábado una alumna lo encontró tendido entre los redondos del jardín. Estaba muerto, sin manos. Se las habían arrancado de un tirón.
Se averiguó que Céspedes había andado a la caza del arcángel sin alas que conoce todos los secretos. Quizás Céspedes estuvo a punto de cazarlo en sucesivas ocasiones. Si fue así, el arcángel debió escabullirse en sucesivas ocasiones. Probablemente, el arcángel creó la primera vez una zarzal, la segunda una hoguera, la tercera una bestia de fauces abiertas, y cada vez se precipitó en sus mismas creaciones arrastrando las manos de Céspedes hasta que él, de dolor, tuvo que soltar. Quizá la última vez Céspedes aguantó la pena y no soltó; y el arcángel sin alas volvió humillado a si reino, con mados de hombre prendidas para siempre a sus espaldas celestes.
Vaya a saber!