Thursday, September 29, 2005

Violencia, si o no?

"El mundo no está amenazado por seres que quieren matar sino por aquellos que a pesar de conocer los riesgos sólo piensan técnica, económica y comercialmente". Günter Anders.

¿Violencia, sí o no? (Una discusión necesaria), se titula un pequeño compendio del filósofo alemán Günther Anders que ha convocado a una polémica filosófica-cultural inesperada en una intelectualidad centro-europea resignada que recuerda el 68 como algo que no podrá volver, que no quiere mirar hacia atrás a la violencia desesperada de los años 70 de la Baader-Meinhof, que se ha cansado de hacer toda clase de acciones pacifistas contra el Estado Atómico y contra la sociedad antiecológica del consumo y el despilfarro. ¿Y por qué esa polémica ahora? Porque Günther Anders, el pensador pacifista por excelencia, el moralista, ha escrito a los 85 años, con sus dedos que apenas puede mover por la artritis: "La única salida es la violencia".
Todos los choques, todas las dudas y toda la violencia que sacuden a la sociedad humana son el resultado de un defecto: el intelecto desvirtuado. Es decir, del intelecto que se disocia de la Benevolencia Suprema y que no prosigue a lo largo del camino de la virtud...
A menos que se produzca un cambio en la mente humana, no podrá hallarse ninguna solución permanente a ningún problema. A través de ejercer presión circunstancial podemos disciplinar a los individuos inmorales, a los explotadores y a los elementos anti-sociales; pero ésta no es la solución permanente. Siempre se efectuarán esfuerzos colectivos a este respecto, pero, al mismo tiempo, debemos esforzarnos en despertar pensamientos benevolentes en la mente humana, de manera que las personas tengan el valor para seguir por el camino correcto, uniendo su intelecto con el espíritu de benevolencia. No basta con un sólo enfoque, sino que son necesarios los dos. Uno es temporal, mientras que el otro es permanente.El viejo filósofo Günther Anders se ha despedido del sueño de llegar al socialismo antiautoritario y ecológico a través del camino de la razón. A los 85 años ya no saldrá a poner bombas. Pero por lo menos le ha dado un puntapié al conformismo.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home