Wednesday, September 28, 2005

Reflexión de un consejo no recibido pero bien dado.

Le agradezco a la vida por todos los amigos que tenemos, pero esos que están cerca, esos que saben sacarte la sonrisa en los malos momentos, aquellos que no hace falta decirles que tienes problemas para aconsejarte. Recuerdo y siento lástima por aquel solitario alemán que contó ver su propio rostro en el de su amigo, tosco e imperfecto, aquel que no vio amistad alguna a través de las palabras de un alegre ermitaño que vivió treinta años en la soledad de las montañas y bajó para dar a conocer la sabiduría adquirida a través de su profunda reflexión y comparó inteligentemente al solitario con un aljibe y dijo que un amigo alrededor ya es demasiado.
Cuando está ahí y, entre cerveza y cerveza, te dice que tiene un problema, te cuenta lo que le pasa como nunca le contó a nadie y con este gesto de confianza te hace digno de una responsabilidad tan pesada como la vida misma pero tan reconfortante, que solo la sensación de sentir que alguien confía en el juicio de uno para confiarle tal cosa, nos puede hacer sentir.
Pero que decir si nos piden un consejo de algo que nunca haríamos? Si nos piden que los aconsejemos con respecto a que hacer ante una situación en la que nunca habíamos estado antes?
Cuando nos dan consejos, valiosos consejos, tan ciertos y acertados, que quizás ya los sabíamos porque nuestro sentido común nos lo hacia notar, pero no los seguimos, por timidez, por miedo, porque nos aterroriza seguir los pasos de lo correcto cuando llevamos una vida por un mal sendero, por miedo a sentir la culpa de haber arrastrado a otros por ese camino terrenal y desordenado que nos ponemos a nosotros mismos para sentirnos parte del entorno en que vivimos.
Cuando les damos a nuestros amigos esos mismos consejos que nosotros no seguimos, hay acaso algo mas hipócrita que aconsejarle a alguien hacer algo que nosotros no tuvimos el valor para hacer? Puede que si, puede que no sea algo malo, como darle algo valioso a otra persona, debe ser el único acto no egoísta que pueda existir. Pero quien soy yo para juzgar las razones humanas? No tuve ganas de hacerle bien a nadie mas que a mi mismo, el consejo que te di yo no lo escuche, no quise hacerlo, así que no espero que lo sigas ni tampoco espero que lo sigas.
Que estoy diciendo??

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